Desde
que somos niñas nuestro sueño y anhelo es crecer para casarnos y tener hijos, es
algo que nos inculcan desde niñas. Crecemos, pasa el tiempo, los años y nos
desesperamos y en ocasiones escogemos a la persona menos indicada para que sea
nuestro compañero para el resto de nuestras vidas.
Yo me
desespere y tome una decisión de la cual me arrepiento hoy día. Por no saber
esperar en el tiempo de Dios y tomar una decisión a la prisa por miedo a
quedarme sola y que siguieran pasando los años, yo tome la peor decisión de mi
vida.
Es mejor
esperar aunque pase el tiempo, los años. ESPERA veras que todo tiene su tiempo
y cuando decidimos esperar y confiar en
Dios veras que tu recompensa será mayor de la que jamás imaginaste.
No te
desesperes, si es normal desesperarse somos humanos pero el truco está en saber
confiar, en saber controlar esa desesperación que si nos dejamos arrastrar por
ella podemos caer en su juego y tomar malas decisiones.
A
pesar de que tome una mala decisión Dios se apiado de mí y me dio una segunda
oportunidad. Me envió al mejor hombre del mundo al menos para mí lo es. Un hombre
que jamás pensé que conocería y que existiría luego de pasar por la difícil situación
por la que pase.
Con esto
te quiero pedir y decirte que la espera vale la pena. Anímate, amate, valórate,
no dejes que la desesperación te gane porque al final la que tendrá la recompensa
serás tú y serás muy feliz.
Te exhorto
a que te analices y que pienses en tus prioridades. No hay nada más hermoso que
compartir el resto de tu vida al lado de ese ser tan especial que Dios escogió
solo para ti, porque somos únicas y por esa razón solo hay una persona perfecta
para nosotras.
Amate,
valórate y recuerda que No Hay Mujer
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